Cómo comenzó la Obra para sordos...
El tener 2 hijos sordos (Carlos y David) me ayudó a comprender la necesidad una atención especial para poder comunicarles la Verdad del Evangelio. David fue creciendo en el Señor gracias a que pudimos aprender Lengua de Signos. Cierto día conoció a una chica sorda en la Asociación de Sordos de Mataró. Le comenzó a hablar del Señor y entregó su vida a Cristo: su nombre era Estrella, y ahora es su esposa.
Ahora ya eran dos sordos predicando en la Asociación el Evangelio a otros iguales que ellos. Algunas veces les invitaban y venían a la iglesia. En algunas ocasiones venían 10 sordos, otras 15 ó 20. Esto nos animaba y hacía que oráramos por cada uno de los sordos. Con el paso del tiempo nuestro hijo mayor Carlos también se comenzó a animar. Al ver a su hermano David y a Estrella fortalecidos en el Señor, él se integró en la iglesia y hoy forma parte del grupo de intercesión. Dios se nos reveló y nos dio un mensaje: “Yo tengo un pueblo sordo que quiero que me alabe y me adore, poneros a trabajar que yo estoy con voso-tros”. Esto también sucedió a nivel nacional, porque despúes de recibir el mensaje la visión se extendió a distintos lugares de España. Sabíamos que en Cádiz había un grupo de sordos cristianos. En Noviembre de 1999 fuimos allí y la iglesia fue muy bendecida. En éste viaje también se agregó un matrimonio sordo de San Sebastián, que ya conociamos de hace mucho tiempo El dia 1 mayo del 2000 realizamos otro viaje a San Sebastián con el objetivo de animar a este matrimonio y a poner inquietud a la iglesia para trabajar con los sordos.
En este viaje, pudimos invitar a sordos inconversos de la Asociación de la ciudad y también informamos a la iglesia de esta Obra.